miércoles, 6 de diciembre de 2017

Experiencias Residentes PIR 19. UN MOMENTO PARA UNA REFLEXIÓN

TRAS MUCHO CAMINO RECORRIDO, UN MOMENTO PARA UNA REFLEXIÓN

Esta vez me apetece dedicaros unas palabras a todos los que estáis día tras día al pie del cañón persistiendo en vuestro objetivo y alejarme por una ocasión, de mis rotaciones y mi experiencia en el hospital. 

Muchos de vosotros debéis llevar varios meses de recorrido y a estas alturas, el cansancio y la motivación pueden tener numerosos altibajos. Las fechas que se acercan ahora son algo críticas, a mí me recuerdan al verano, sólo que las Navidades son más cortas y la fecha del examen está bastante más próxima por lo que todo es mucho más intenso. 

Recuerdo el año pasado a estas fechas, estaba en otra ciudad, viviendo con mis padres, tenía ganas de que llegaran las navidades, porque a mí personalmente me gustan pero recuerdo que la sensación que tenía entonces era de indiferencia, quería que llegasen y pasaran rápido a la vez.  Ahora lo veo desde fuera (trabajando y con la plaza) y al igual que muchas otras cosas que os he ido contando esta sensación también ha cambiado respecto a la que tenía durante la preparación del PIR.

Incluso tratándose de las mismas fechas, la sensación del primer año de preparación fue muy diferente a la del segundo año. El primero lo viví con ganas de que pasarán, supongo que el estrés me hacía pensar que no las iba a disfrutar como me gustaría y para eso, mejor que pasaran rápido…en cambio, el segundo año de preparación la sensación era muy diferente.

 Cuando te presentas la primera vez y lo has dado todo, has dejado muchas cosas de lado, has dicho que no a miles de planes y viajes, y quedadas…y no consigues la plaza…la sensación es bastante desagradable pero a medida que pasa el tiempo y te preparas de nuevo, al menos mi sensación era, “esta vez no me lo tomaré de la manera que me lo tomé” (y ahora me explico).

 Si que es necesario ser constante en la preparación y saber “decir que no” pero hasta cierto punto, somos personas, y como todo ser humano necesitamos desconectar y todo es posible, únicamente es cuestión de establecer unos límites (como la mayoría de cosas en esta vida). Es importante que lo estrictos que somos en la organización del estudio también lo seamos para compaginar nuestra vida personal durante la preparación. 

Tan importante va a ser que cada día te despiertes a la hora y no te quedes dormido, como que sepas escucharte a ti mismo e intentes reconfortarte puesto que es una etapa prolongada y costosa de sobrellevar.

 Con esto me gustaría trasladaros que,  puede haber tiempo para la serie, para las reuniones familiares para cocinar, etc. sí es lo que a uno le gusta y le reconforta, se trata de organizarse, adaptar un “poco el planning” para poder satisfacer una necesidad que al fin y al cabo, si es lo que nos gusta es suficiente razón como para cubrirla, poder disfrutar de esos “momentos de escape” que muchas veces piensas que no tocan o que a veces ni nos los permitimos por el mero hecho de pensar que “perdemos el tiempo” (error).

Con esto os quiero decir chicos, que intentéis cero agobios en el sentido de, disfrutar de las cenas o los cafés de reencuentro con los amigos de toda la vida, de las reuniones familiares, de una tarde de patines sobre hielo….estos momentos dan mucha fuerza para la recta final y aunque la sensación de “perder el tiempo” y estar intranquilo porque “debería haber terminado tal área” exista, os recomiendo que podáis permitiros esos instantes de satisfacción.

Retomando lo que he comentado al principio, y con esto ya termino, son ya muchos meses y la fatiga mental está presente además de los nervios por el tiempo y la cercanía del examen. Poderse dar algún respiro ayuda a que no “te sientas ahogado”, literalmente, y que si no sale bien esa sensación tan desagradable de la que os hablaba al principio, pueda sobrellevarse mejor.

¡Mucho ánimo para esta recta final!


BARBARA CITOLER NAVAL , Residente PIR

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