viernes, 24 de febrero de 2017

METODO CeDe PARA PREPARAR EL PIR


A lo largo de estos 20 años que CeDe lleva preparando el PIR,  ha desarrollado su método basado en:

 1.    Los MANUALES de CEDE han sido y son la referencia  de los alumnos y del resto de preparaciones que han ido apareciendo,por la estructura, experiencia, contenidos y forma de presentarlos. 
En ellos se recoge toda la teoría suficiente y necesaria para preparar la prueba PIR, desarrollándose  con un enfoque práctico y pedagógico para facilitar su  estudio. Se ha pretendido hacer un texto de estudio, con profundidad y rigor, que permita entender y madurar la materia.

2.    ESQUEMAS Y RESÚMENES DE CADA UNA DE LAS ÁREAS: Como materiales complementarios –exclusivos para alumnos presenciales-. Con ellos podrás seguir las clases. Son de gran utilidad y muy valorados por los alumnos.

3.    PROFESORES: Experiencia y equipo son la garantía de la preparación  (muchos llevan más de 15 años) y el equipo formado por  más  de  20 profesores muy especializados cada uno en un área o en unos temas específicos. Nadie por sí solo puede abarcar todo.

4.    CLASES PRESENCIALES: Los profesores de CEDE, hace énfasis en la ayuda a comprender los contenidos, reglas nemotécnicas y sobre todo cómo prepararse para un examen de reconocimiento como es el PIR. La preparación a distancia está basada en la misma preparación que los cursos presenciales, siendo posible la opción de clases sueltas.

5.    TUTORÍAS: PRESENCIALES: personalizadas, fuera del horario lectivo. donde el alumno podrá resolver sus dudas planteadas directamente al profesor.

6.    TUTORÍAS ON LINE a través de nuestra plataforma cedepir.es: CeDe dispone de una plataforma virtual para el alumno a través de ella podrás ponerte en contacto con los Profesores. Será el lugar donde podrás realizar las consultas y tutorías de orientación, de contenidos, de exámenes, etc..

7.    Las APLICACIONES y Recursos de CeDe



a.    CedeExam: Esta aplicación  recoge el trabajo de 20 años de CeDe preparando el PIR.Podrás generar y realizar infinitos exámenes por áreas, por años, por  tiempo, mini exámenes a partir de  las más de 18.000 preguntas con  las respuestas comentadas de su base de datos (24 exámenes oficiales y más de 50 simulacros). Dispondrás de un amplio informe con gráficos para que puedas seguir tu evolución personal,además de los incluidos en CedeExam, se programaran simulacros  nuevos a lo largo del curso con su calendario y programación específica.

b.    CedeMemory: Método de estudio flexible, personalizado y que, ante todo, busca optimizar el tiempo de estudio para que sólo estudies lo que realmente necesitas. Está basado en una plataforma informática con tarjetas digitales o flashcards que contienen toda la información de los MANUALES CeDe de preparación PIR, dividida por áreas y temas.  Es la adaptación al temario PIR, de una de las herramientas más potentes para el estudio basada en el método “spaced-repetition” y creada por CeDe para sus alumnos.

c.   CedePir GO ¡.Con esta aplicación para móvil, los alumnos podrán estudiar las tarjetas introducidas en la plataforma web de CedeMemory mediante sesiones de estudio. Dentro de una sesión, las tarjetas se irán mostrando secuencialmente, y después de ver las respuestas el alumno deberá indicar si las recordaba.


  1.  8   INFORMACIÓN : Por E-mail y SMS, además de las redes sociales (Facebook, Twitter ,etc.) a lo largo del curso de convocatorias, plazas, fechas, plazos,  impugnaciones, asesoramiento en las adjudicaciones, hospitales, asociaciones PIR., etc. y todas las noticias de interés que surjan a lo largo de la preparación.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Lo pulcro de la esencia



Por Dr. Juan Jesús Muñoz García, Profesor de Psicología Clínica de CeDe


La autenticidad define aquello que es verdadero, legítimo, verificado y contrastable, algo irremediablemente opuesto a la falsedad e hipocresía. Ser auténtico equivale a genuinidad. Conocer alguien auténtico implica estar ante una persona cuyo comportamiento atiende a su verdadero yo (su esencia) y lo que debería ser (la expectativa social). Si el auténtico es aquel que se comporta con honradez y es fiel a sus principios, ojalá podamos alcanzar ceñirnos al cumplimiento de este valor, ya que nos llevará a la expresión de nuestra verdadera esencia. Probablemente no es fácil llegar a la autenticidad. Como auténticos hemos de ser capaces de obrar conforme a nuestro propio ser. Pero aunque pudiera parecer sencillo, ¡qué complejo es ser auténticos!. Para la consecución de la autenticidad hay que conformar una identidad propia, es decir, encontrar un yo esencial independiente, que nos aporte unicidad, especificidad, individualidad  y una carismática diferenciación de los demás. Ardua tarea pues la de la búsqueda de la autenticidad y antagónica al hedonismo que cautivó a Dorian Gray, quien sólo se dedicaba a su satisfacción individual, ajeno a la moralidad y respeto a los demás.

En El Retrato de Dorian Gray se presenta un individuo egoísta y esclavizado respecto al hedonismo inculcado por Lord Henry. El innegable atractivo derivado de la inteligencia de Henry, atrapa a Dorian en una seducción cegadora. Basil Hallward pintó un retrato del hermoso Dorian y este cuadro se impregnaba de su pecaminosa vida, expresión grotesca de una identidad narcisista dedicada a un hedonismo homicida y lujurioso. Conforme Dorian se entrega a la maldad, el retrato envejece y se demacra, mientras que nuestro protagonista se apega a la inmortalidad y eterna juventud  Más allá de la posible catarsis de Oscar Wilde con esta obra, Dorian Gray se muestra como una persona obsesionada con su sí mismo, obcecado en su grial de eternidad y abnegado enemigo de la autenticidad. Maltratar a los demás no es más que un reflejo del desdén hacia el amor de Sibyl Vane, actriz que  fue rechazada por Dorian Gray en el momento en que éste dejó de admirar sus cualidades interpretativas. Cuanto vacío hay en alguien que abandona a otro por desprecio de lo previamente admirado. Otrora, merecería reflexión aparte el comportamiento de Sibyl, subyugando su pulcritud a la corrupta esencia identitaria de Dorian Gray. Considero que alguien que no ama a los otros, que no se interesa por ellos y desdeña su humanidad; pierde la cualidad humana, magníficamente escenificada en la autenticidad.  Dorian, ensimismado en el sí mismo, idolatra y venera el discurso de Henry. La relación que establecen revela la imposibilidad de ser auténticos si una identidad se conforma respecto a la influencia acrítica de los principios de otro. El propio Oscar Wilde decía mi gran error, aquel por el cual no puedo perdonarme, es el día en que dejé mi obstinada búsqueda de mi individualidad. Vayamos pues a por la búsqueda de la autenticidad.

Para buscar y encontrar la autenticidad hemos de singularizarnos a partir de los valores sociales inculcados en nuestra infancia, es decir, debemos actuar respetando nuestros principios que han de evadir las acciones desagradables buscadoras de una gratuita atención falsamente individualizadora. Imitar sin criticar racionalmente junto con introyectar pensamientos y acciones alejadas del respeto a los demás y, por tanto, la convivencia social; supone una amenaza a lo auténtico, derivando en comportarnos ególatras buscadores del fugaz y pobre beneficio propio, ligado al egoísmo y reforzado por un pobre yo narcisista, falso en la expresión emocional, carente de afectos positivos y antagonista eterno del amor. Heidegger habló de la existencia auténtica, aquella en la que hay que limpiar todo lo oculto y oscuro, para descubrir el mundo de modo propio. Atendiendo al existencialismo de Sartre, quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.  No entender la genuinidad expresada en autenticidad nos convierte en un  Dorian Gray cualquiera y carente de principios, o tan permeable a cambiarlos como preconizaba Groucho Marx en su célebre estos son mis principios, si a usted no le gustan, tengo otros. Preferible es recomendar autenticidad,  ya que si encontramos nuestro camino, no plagiando el de otros, lograremos alcanzar nuestro yo verdadero, lo pulcro de la esencia.

Lectura recomendada
Wilde, O. (1890, ed. 2000). El retrato de Dorian Gray.  Madrid: Espasa Libros.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Resurgir de las cenizas




Por Dr. Juan Jesús Muñoz García, Profesor de Psicología Clínica de CeDe

Nada que perder es un lema interiorizado desde la más tierna infancia y engalanado por la fuerza e intensidad de la perseverancia. Ante las dificultades podemos quedarnos quietos o echar a correr, si bien caben numerosas situaciones intermedias que suponen formas de vencer el infortunio. Pero muchas veces, en lugar de progresar nos quedamos en la pérdida, en lo estático, en aquello que produce un inmovilismo deprimente que nos ahoga e impide evolucionar. Me sale deciros ¡corred hacia delante sin mirar atrás!  y resistid los avatares y envites funestos sin titubeos, eliminando cualquier ápice de vacilación y expresando una gran determinación.

En Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, se postulaba la necesidad de correr sin parar para seguir en el mismo sitio y, al hilo de esto, la perseverancia es una característica imprescindible para nuestro progreso. No haría falta el consejo de la Oruga Azul para saber que quienes perseveran son los que superan la cuesta arriba y la convierten en una suave pendiente en la que disfrutar del paisaje circundante. Desde que Alicia baja por la madriguera del Conejo Blanco hasta que despierta de su sueño con la caricia de unas hojas, no ceja en su empeño de progresar por un mundo fantástico que no deja de ser la metáfora del contexto vital de Lewis Carroll y, por qué no, echando algo de imaginación, supone una analogía con posibles pasajes de la vida de cualquier ser humano; donde conocemos personajes afables (ese Sombrerero Loco), intrigantes (el Gato de Cheshire), dañinos (¡vaya con la Reina de Corazones!), caritativos (el Conejo Blanco) y un largo etcétera más. Pero, pese a las dificultades, si somos perseverantes y/o persistentes conseguiremos lo que nos propongamos aunque, eso sí, no obviando nunca la inteligencia práctica. Tras su amplia sonrisa el Gato de Cheshire aconsejaba sabiamente que siempre llegarás a alguna parte si caminas lo bastante.

Me surge la pregunta de cómo podemos alcanzar el éxito y, aunque parezca una tautología, sólo se me ocurre la recomendación de dar la vuelta al fracaso, convertir lo lejano en cercano y no claudicar aunque el camino sea arduo y tortuoso. Siempre que exista una dificultad hay una oportunidad que está para quien la quiera y pueda encontrar, siendo la perseverancia una de nuestras bazas. Insisto en la inteligencia práctica, no vayamos a hacer como el bueno de Don Rodrigo de Quesada (Paco Martínez Soria) en Don Erre que Erre y terminemos por denunciar al Banco Universal por la sustracción de 257 pesetas. Quien persevera se aplica, empeña, insiste, lucha, persiste y muestra ahínco alejando la testarudez inoperante y carente de receptividad ante las circunstancias cambiantes que nieguen la posibilidad de alcanzar nuestra intelectual elección pese al esforzado empeño.


Si la perseverancia todo lo alcanza, sólo me cabe insistir en obrar perseverando, manteniéndonos constantes en la consecución de lo iniciado. La perseverancia se enraíza con nuestros propósitos dirigiéndonos a un horizonte alimentado por esa energía que supera las frustraciones, desalientos y obstáculos de la vida. Decía Napoleón Bonaparte que la victoria pertenece al más perseverante y nuestro refranero que no hay peor lucha que la que no se hace. Por ello, como negarnos a resurgir de las cenizas, cual ave Fénix que, en la tradición cristiana, muere quemada en su nido de rosas por una chispa surgida de la espada del ángel ejecutor del destierro de Adán y Eva. Sin embargo, el Fénix mitológico no probó la fruta prohibida y se hizo merecedor de la inmortalidad en forma de poder renacer de sus cenizas. Qué bonita metáfora de la íntima relación entre el éxito y la lucha empleando buenas prácticas y/o respetando a los demás. Si Alicia despertó antes del corte de cabeza ordenado por la Reina de Corazones quizá es porque siempre creyó en sí misma y no obvió su empeño de evolucionar. Qué sabio es eso de caerse está permitido, levantarse es obligatorio (proverbio ruso). Sólo queda resurgir perseverando, cual Ave Fénix

Lectura recomendada
Carroll, L. (1865, ed. 2006). Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas.  Madrid: Alianza Editorial

jueves, 9 de febrero de 2017

El PIR: esa experiencia vital.



Por Rosa María González Díaz, Profesora y tutora de orientación de CeDe

Capítulo 1: Las primeras decisiones..... son las que cuentan
Si estás leyendo esto seguramente ya sabes que significan esas mágicas siglas que aparecen en el título...PIR: Psicólogo Interno Residente. Y seguro que también sabes qué puede significar obtener el título de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica. E incluso es muy probable que estés planteándote tomar algunas decisiones importantes respecto a tu futuro profesional dentro del ámbito de la psicología y buscando respuestas a preguntas difíciles: ¿merece la pena empezar a intentarlo?¿o seguir intentándolo? ¿cómo puedo saber si este es realmente mi camino?
Pues vayamos por partes. En primer lugar: bienvenid@ al club!!!! Un club formado por cientos de personas diferentes pero con algo muy importante en común: la pasión y el respeto por la Psicología Clínica. Un club en el que participan, por ejemplo, quienes ahora mismo están intentando acceder, con mucho esfuerzo personal, a la única formación que les puede habilitar como Especialistas en Salud Mental. Y del que también forman parte residentes repartidos por hospitales de toda España que ya alcanzaron la meta en los últimos cuatro años. Y también personas que trabajamos ya como Especialistas en el Sistema Nacional de Salud y/o en el ámbito de la práctica privada y que intentamos ayudar a que, cada año, unos cuantos compañeros puedan convertirse en PIRes. Y profesionales de distintos perfiles que nos ayudan en esa labor y hacen posible que nuestro club siga adelante con su trabajo diario. Todas estas personas somos Cede.
Y Cede es el centro nacional de referencia para la preparación del examen PIR. Por muchísimas razones: por experiencia acumulada-llevan preparando futuros residentes desde hace más de 20 años-, por el equipo docente-todos Psicólogos Especialistas via PIR, con una formación académica y un bagaje profesional contrastables y de calidad- y el equipo de soporte-enormes por su experiencia y su dedicación-, por los materiales y nuevas herramientas que pone a disposición de sus alumnos-y que iremos conociendo con detalle en el siguiente capítulo-, por la apuesta constante por la excelencia y la defensa de la formación PIR....y por mucho más. Pero ya seguiremos ahondando sobre ello más adelante.
Quisiera dedicar el resto de este texto a compartir con vosotr@s una experiencia que refleja el camino personal que seguí para contestar a esas primeras preguntas difíciles a las que hacíamos referencia al inicio. En mi caso, yo ni siquiera tenía muy claro que significaban esas siglas....¿Qué era eso del PIR? Y desde ese primer momento de duda, Cede vino en mi ayuda. Me explicaron con muchísima claridad el camino que irremediablemente habría de recorrer para llegar a lo que iba a convertirse en mi profesión: la Psicología Clínica. Y lo hicieron contestando todas mis preguntas y calmando mis primeras inquietudes, con cariño y paciencia pero de manera sincera y rigurosa.

Y es que esa es la primera elección importante: ¿clínic@ o no clínic@? Y estas algunas pistas que pueden ayudaros a pensar sobre el tema: si te apasiona la psicopatología, si te preguntas de donde viene el sufrimiento psíquico del ser humano y cómo tratarlo, si te imaginas estudiando e investigando sobre Salud Mental como parte de tu trabajo diario....este puede ser tu camino. Lánzate: merece la pena, mucho más de lo que ahora crees. El PIR es una experiencia profesional y personal única que puede cambiar tu vida. La mía la cambió. Y cada día me siento feliz por haber tomado esa primera decisión. Y agradecida a quienes me ayudaron a tomarla: gracias Cede. Sin vosotr@s no lo habría conseguido!