jueves, 24 de octubre de 2013

Ya está disponible el manual DSM-5: Novedades y Criterios diagnósticos



Con la publicación en inglés del DSM-5 en mayo de 2013, se abre un período de transición hasta su edición en español, así como para su implementación en la práctica clínica e investigadora. La normal dilación de un proceso de esta envergadura se acompaña, en este caso, de numerosas críticas y reticencias que han sido suscitadas prácticamente desde su gestación en todos los ámbitos profesionales con los que se relaciona.

Ante esta situación, el equipo de psicólogos/as clínicos de CeDe ha considerado interesante dar un avance de los cambios más relevantes que presenta el DSM-5 respecto al DSM-IV-TR. Este es el principal motivo que nos ha llevado a la publicación de este manual, denominado DSM-5: Novedades y Criterios Diagnósticos, que pasará a formar parte de la colección de manuales CeDe de preparación PIR.

Con el objeto de facilitar la comprensión de los aspectos nucleares, así como la integración de estos en la estructura de contenidos establecida para los Manuales PIR, se ha considerado el siguiente esquema de desarrollo para cada uno de los temas:

  1. Tabla comparativa entre DSM-IV-TR y DSM-5 
  2. Resumen de los cambios fundamentales 
  3. Criterios diagnósticos DSM-IV-TR y DSM-5

Este Manual es una buena herramienta de estudio, nos permite repasar los criterios diagnósticos DSM-IV-TR (pues sigue siendo la clasificación en uso junto con la CIE-10) y conocer las principales novedades del DSM-5 que pudieran ser objeto de algunas preguntas en los próximos exámenes.


miércoles, 23 de octubre de 2013

Cómo es el cerebro de un psicópata?

La psicopatía es un trastorno de la personalidad que tiene componentes genéticos, los psicópatas son un 4% de la población mundial. Se caracteriza por una carencia de empatía y conciencia, los psicópatas no tienen remordimientos ni toman en consideración si sus acciones causan daños a otros. Son egoístas y egocéntricos, solo importan ellos. El fin justifica los medios, si el matar les procura placer lo harán.
Los psicópatas tienen dificultades para mantener el control, muestran comportamientos compulsivos, su naturaleza les lleva a obsesionase y cometer determinados delitos muchas veces, violar, matar, torturar…
En realidad no todos los psicópatas comenten delitos, algunas personas pueden no cometer delitos  y sin embargo tienen un amplio historial de crueldad, son capaces de engañar, manipular y dañar a quien sea con tal de lograr sus fines.
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Entre la población de delincuente si hay mayor probabilidad de encontrar psicópatas.  Los psicópatas representan un 50% de los violadores en serie. Los psicópatas tienen del doble de probabilidad de reincidir como delincuentes.
Lo que si está comprobado es que los psicópatas tienen una mayor impulsividad, tendencia a la agresividad y a la delincuencia, aunque si pueden tener comportamientos que causen daño a otras personas si con esto ellos se benefician.


Ted Bundy, Gary Ridgway, Charles Manson, Clifford Olson, Albert Fish, Manuel Delgado Villegas,alias “el arropiero”, Herman Webster Mudgett, Bela Kiss, Javed Iqbal, Richard Chase. Algunos  de estos psicópatas tenían un aspecto poco sospechoso, incluso distinguido, sin embargo asesinaron, violaron y torturaron a todo tipo de víctimas.  Hombres, mujeres y niños, incluso algunos practicaron el canibalismos con los cadáveres de sus víctimas.
Semejantes atrocidades llevan a pensar ¿por qué?, ¿existen diferencias a nivel fisiológico entre los psicópatas y el resto de la población?
  • Una reciente investigación de la Universidad de Wisconsin-Madison ha descubierto que los psicópatas tienen una estructura cerebral bastante diferente al resto.
  • Los investigadores estudiaron las variaciones de las imágenes de los cerebros de los presos  mediante resonancia magnética funcional ( fMRI ) y también DTI, difusión de imagen de tensor.
  • Los resultados podrían ayudar a explicar la impulsividad, la crueldad y el comportamiento antisocial que muestran muchos psicópatas.

    El estudio mostró que los psicópatas han reducido las conexiones entre la corteza prefrontal ventromedial (CPFVM), – la parte del cerebro responsable de los sentimientos como culpa y empatía -y la amígdala que se relaciona con la ansiedad y el miedo.
    Los cambios estructurales en el cerebro se confirmaron mediante dos tipos de imágenes cerebrales diferentes.
    Se uso la Resonancia Magnética funcional (fMRI)  con las que se mostró una menor actividad coordinada en la zona CPFVM del cerebro así como otra técnica, la DTI o difusión de imágenes de tensor. Con esta técnica se mostro la reducción estructural de las fibras de materia blanca que conectan estas dos áreas mencionadas, la amígdala y la corteza prefontral ventromedial.
    Los investigadores compararon los cerebros de 20 presos diagnosticados de psicopatía y otros 20 presos que habían cometido delitos similares pero no fueron diagnosticado de psicopatía.
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    Newman uno de los científicos comenta:
    “La combinación de alteraciones estructurales y funcionales  en el cerebro de los psicópatas, nos da una evidencia convincente de que esta disfunción observada  entre la amígdala y el CPVM, es una característica estable en el cerebro de los psicópatas. Confío en que nuestro trabajo de colaboración arrojará más luz sobre el origen de esta disfunción y las estrategias para tratar el problema.”
    Fuentes|psychcentral.com, neuroanthropology.net

miércoles, 16 de octubre de 2013

La OMS publica nuevas guías sobre la atención mental después de una pérdida

Cementerio conjunto de cristianos y musulmanes en Raqqa.| Javier Espinosa
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar un nuevo protocolo destinado a trabajadores sanitarios para el tratamiento de las repercusiones de los traumas y la pérdida de seres queridos en la salud mental. Las nuevas guías ponen el énfasis en el apoyo psicosocial en Atención Primaria y desaconsejan el uso de benzodiacepinas, que pueden retrasar la recuperación y generar tolerancia.
Ya en 2008, la OMS desarrolló el Programa de Acción Mundial en Salud Mental (mhGAP), concebido para expandir la atención de los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias mediante protocolos terapéuticos sencillos que pueden ser aplicados por los médicos y enfermeras de atención primaria. Ahora, dichos objetivos se amplían para incluir también el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el estrés agudo y el duelo.
Los eventos traumáticos y la pérdida de seres queridos son frecuentes en la vida. En un estudio de la OMS llevado a cabo en 21 países, más del 10% de los encuestados declararon que había sido testigo de actos de violencia (21,8%) o había sufrido violencia interpersonal (18,8%), accidentes (17,7%), exposición a conflictos bélicos (16,2%) o eventos traumáticos relacionados con seres queridos (12,5%). Se estima que un 3,6% de la población mundial ha sufrido un trastorno de estrés postraumático (TEPT) en el último año.
"Hemos recibido numerosas peticiones de orientación para ofrecer atención de salud mental a las personas que acaban de sufrir eventos traumáticos o la pérdida de seres queridos", ha dicho el doctor Oleg Chestnov, subdirector general de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental. "Los profesionales de la atención primaria podrán ofrecer ahora apoyo básico fundamentado en la mejor evidencia disponible. Aprenderán así también a derivar a los pacientes que necesiten un tratamiento más avanzado".
De hecho, el nuevo protocolo, publicado conjuntamente con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), pone el énfasis en el papel que puede jugar el personal de Atención Primaria, ofreciendo apoyo psicosocial básico a los refugiados y a las personas expuestas a traumas o a la pérdida de seres queridos en otras situaciones.
El tipo de apoyo ofrecido abarca los primeros auxilios psicológicos, la gestión del estrés, y la ayuda a los afectados para enseñarles métodos de afrontamiento positivos y posibilidades de apoyo social, o reforzarlos en su caso. Las nuevas guías se publican en las páginas de la revista 'The Journal of the American Medical Association'.
Además, ante los afectados por el trastorno de estrés postraumático, debe considerarse la posibilidad de derivarlos para que reciban tratamiento avanzado, como por ejemplo terapia cognitivo-conductual o una nueva técnica conocida como desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR). Estas técnicas ayudan a las personas a atenuar los recuerdos vívidos, reiterados y no deseados de eventos traumáticos. Se recomienda una mayor capacitación y supervisión para ampliar las posibilidades de acceso a esos métodos.
La OMS también ha aprovechado este documento para poner en guardia al personal sanitario contra algunos tratamientos demasiado corrientes. Por ejemplo, las benzodiacepinas, fármacos contra la ansiedad, "son una opción que debe evitarse para aliviar los síntomas de estrés traumático agudo y los problemas de insomnio durante el mes siguiente al evento potencialmente traumático", recalca.
De hecho, el documento recuerda que no hay datos que demuestren que las benzodiacepinas (comúnmente empleadas contra la ansiedad) alivien los síntomas de estrés postraumático tras un evento potencialmente traumático reciente; "de hecho, pueden retrasar la recuperación tras ese tipo de eventos".
Los principales motivos de preocupación en torno al uso de las benzodiacepinas son que muchas personas desarrollan tolerancia a sus efectos, apenas obtienen beneficio terapéutico cuando las consumen de forma crónica, se vuelven dependientes de ellas y sufren un síndrome de abstinencia al dejar de tomarlas.
En consecuencia, la recomendación de la OMS es que no se ofrezcan benzodiacepinas a los adultos para mitigar los síntomas de estrés traumático agudo asociados a un deterioro importante del funcionamiento diario durante el mes siguiente al evento potencialmente traumático.
En la recomendación de la OMS se señala también que las benzodiacepinas pueden ser útiles para otros trastornos mentales.

miércoles, 9 de octubre de 2013

TERAPIA DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

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Todos sentimos ansiedad y estrés de vez en cuando. Hay situaciones que suelen despertar sentimientos de ansiedad como, por ejemplo, cumplir plazos de entrega ajustados, obligaciones sociales importantes o conducir con mucho tránsito. Esta ansiedad leve puede ayudar a mantenerlo alerta y concentrado para enfrentarse a situaciones amenazadoras o difíciles.

Pero las personas que sienten temor extremo y preocupaciones que perduran pueden estar lidiando con trastornos de ansiedad. La frecuencia e intensidad de este tipo de ansiedad es a menudo debilitante e interfiere con actividades diarias. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y eficaz, las personas que tienen trastornos de ansiedad pueden llevar vidas normales. 

¿Cuáles son las principales clases de trastornos de ansiedad?

Hay varios tipos principales de trastornos de ansiedad. Cada uno tiene características particulares.

Las personas con trastornos de ansiedad generalizados tienen miedos o preocupaciones recurrentes como, por ejemplo, la salud o la situación económica, y con frecuencia tienen una sensación constante de que algo malo está por suceder. La causa de estos sentimientos intensos de ansiedad puede ser difícil de identificar. Sin embargo, los temores y preocupaciones son muy reales e impiden muchas veces que las personas se concentren en sus tareas diarias.

El trastorno de pánico implica sentimientos repentinos, intensos y no provocados de terror y pavor. Por lo general, las personas que tienen este trastorno desarrollan mucho miedo respecto a cuándo y cómo se producirá su próximo ataque de pánico, y en consecuencia a menudo limitan sus actividades.

Un trastorno relacionado incluye fobias, o miedos intensos, respecto a determinados objetos o situaciones. Las fobias específicas pueden incluir situaciones como encontrarse con determinados animales o volar en avión, mientras que las fobias sociales incluyen miedo con relación a entornos sociales o lugares públicos.

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por sentimientos o pensamientos persistentes, incontrolables y no deseados (obsesiones) y rutinas o rituales que realizan las personas para tratar de evitar o para liberarse de estos pensamientos (compulsiones). Ejemplos de compulsiones comunes incluyen lavarse las manos o limpiar la casa en exceso por temor a los gérmenes, o verificar algo una y otra vez para detectar errores.

Algunas personas que tienen graves traumas físicos o emocionales, como por ejemplo, los producidos por un desastre natural o un accidente o delito grave pueden experimentar un trastorno de estrés postraumático. Los pensamientos, sentimientos y patrones de conducta se ven seriamente afectados por recuerdos de estos sucesos, a veces durante meses o incluso años después de la experiencia traumática.

Los síntomas como el temor extremo, falta de aire, taquicardia, insomnio, nauseas, temblores y mareos son comunes en estos trastornos de ansiedad. Aunque pueden producirse en cualquier momento, los trastornos de ansiedad surgen con frecuencia en la adolescencia o en el inicio de la adultez. Hay algunas evidencias de que los trastornos de ansiedad son hereditarios. Aparentemente, los genes, así como las primeras experiencias de aprendizaje en las familias, hacen que algunas personas sean más propensas que otras a padecer estos trastornos.

¿Por qué es importante buscar tratamiento para estos trastornos?

Si no se tratan, los trastornos de ansiedad pueden tener consecuencias graves. Por ejemplo, algunas personas que tienen ataques de pánico recurrentes evitan a toda costa ponerse en situaciones que temen podrían desencadenar un ataque. Esta conducta evasiva puede crear problemas si está en conflicto con requisitos del trabajo, obligaciones familiares u otras actividades básicas de la vida diaria.

Muchas personas que tienen trastornos de ansiedad no tratados son propensas a otros trastornos psicológicos, como depresión, y tienen una mayor tendencia al abuso de alcohol y otras drogas. Sus relaciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo pueden volverse muy tirantes y su desempeño laboral puede decaer.

¿Hay tratamientos eficaces disponibles para los trastornos de ansiedad?

Por supuesto. La mayoría de los casos de trastornos de ansiedad pueden ser tratados satisfactoriamente por profesionales de la salud y la salud mental apropiadamente capacitados. Varias investigaciones han demostrado que tanto la terapia de conducta como la terapia cognitiva y de conducta (CBT) pueden ser muy eficaces para tratar los trastornos de ansiedad. Los psicólogos usan la CBT para ayudar a los pacientes a identificar y aprender a controlar los factores que contribuyen a su ansiedad.

La terapia de conducta implica usar técnicas para reducir o detener las conductas no deseadas asociadas con estos trastornos. Por ejemplo, una táctica implica tratar a los pacientes con técnicas de relajación y respiración profunda para contrarrestar la agitación y la hiperventilación (respiración rápida y superficial) que acompañan a determinados trastornos de ansiedad.

A través de la terapia cognitiva, los pacientes aprenden a entender cómo sus pensamientos contribuyen a los síntomas o trastornos de ansiedad y cómo modificar aquellos patrones para reducir la probabilidad de ocurrencia y la intensidad de la reacción. La conciencia cognitiva aumentada del paciente se combina a menudo con técnicas conductuales para ayudar a la persona a enfrentar y tolerar gradualmente situaciones de temor en un entorno controlado y seguro.

Conjuntamente con la psicoterapia, la medicación adecuada y eficaz puede desempeñar un papel importante en el tratamiento. En los casos en que se usa medicación, la atención de los pacientes puede ser manejada por un terapeuta en colaboración con un médico. Es importante que los pacientes se den cuenta de que algunos fármacos tienen efectos colaterales, que deben ser controlados atentamente por el médico que los receta.

¿Cómo puede un terapeuta calificado ayudar a una persona que tiene un trastorno de ansiedad?

Los psicólogos autorizados para ejercer están altamente calificados para diagnosticar y tratar los trastornos de ansiedad. El entrenamiento extenso a cual se sujeten los psicólogos incluye el conocimiento y uso de una variedad de psicoterapias, incluso CBT o terapia cognitiva y de conducta.

A veces, los psicólogos usan otros métodos además de la psicoterapia individual. La psicoterapia en grupo, típicamente con personas que no son relacionadas pero que tienen un trastorno de ansiedad, es una manera eficaz de proveer apoyo. Además, la psicoterapia entre familia puede ayudar a los miembros de la misma a entender la ansiedad que siente su ser querido, y aprender nuevas formas de interactuar que no agraven su ansiedad ni los comportamientos relacionados con la ansiedad.

Las personas que sufren de trastornos de ansiedad también podrían considerar una clínica de salud mental u otros programas de tratamiento especializado dedicados a tratar trastornos específicos de ansiedad como pánico o fobias disponibles en su zona de residencia.

¿Cuánto tiempo dura el tratamiento psicológico?

La gran mayoría de las personas que padecen trastornos de ansiedad pueden reducir o eliminar sus síntomas y regresar a una vida normal al cabo de varios meses de psicoterapia apropiada. Muchas personas notan progresos en la eliminación de síntomas y la recuperación de su capacidad de funcionar al cabo de unas cuantas sesiones de tratamiento. Es muy importante entender que los tratamientos para los trastornos de ansiedad no surten efecto al instante. El paciente debe sentirse cómodo desde el principio con el tratamiento general propuesto y con el terapeuta con el que está trabajando. La cooperación del paciente es fundamental, y debe haber una fuerte sensación de que el paciente y el terapeuta están colaborando como un equipo para remediar el trastorno de ansiedad.

Ningún plan da buenos resultados con todos los pacientes. El tratamiento debe adaptarse a las necesidades del paciente y al tipo de trastorno, o trastornos, que tiene. El terapeuta y el paciente deben trabajar juntos para evaluar si el plan de tratamiento está bien encaminado. A veces es necesario realizar ajustes al plan, dado que los pacientes responden de manera diferente al tratamiento. No hay duda de que varios tipos de trastornos de ansiedad pueden afectar gravemente la función que desempeña una persona en el trabajo y el entorno familiar y social. Sin embargo, las posibilidades de una recuperación a largo plazo para la mayoría de las personas que buscan ayuda profesional son muy buenas. Las personas que tienen trastornos de ansiedad pueden trabajar con un terapeuta calificado y experimentado, como un psicólogo autorizado para que les ayude a recuperar el control de sus sentimientos y pensamientos, y últimamente el control de sus vidas.

Los artículos y textos del Centro de Apoyo pueden ser reproducidos íntegramente, siempre y cuando se acredite que provienen de la Asociación Americana de Psicología.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Estrategias para curar la celotipia



Definición

La celotipia se basa en los celos compulsivos, que se definen como aquellos celos que pueden llegar a causar problemas psicóticos y delirios. Es una enfermedad en la que la persona no se reconoce como enfermo.

Los celos son considerados como un sentimiento normal si se presentan con intensidad limitada y de forma ocasional; son parte del desarrollo emocional de los seres humanos. Normalmente se dan cuando la persona siente inseguridad o es inmadura, y suelen presentarse más en la adolescencia y los primeros años de la juventud.

Los celos nunca desaparecen de nuestra vida, ya que pueden surgir en cualquier momento como parte de nuestra naturaleza, aunque de forma moderada, sin afectar el equilibrio mental ni el contacto con la realidad.

Los celos producen un estado ansioso y de inseguridad ante el temor de perder el afecto o la atención de seres queridos. Suelen ser transitorios y de menor intensidad en la medida en que se alcanza mayor madurez en la personalidad.

Sintomatología


La celotipia se presenta como un delirio, es decir, una psicopatología que tiene como eje una idea falsa, sin ningún argumento lógico o prueba de realidad que lo demuestre.

El individuo desarrolla sentimientos de celos tan intensos que son el epicentro de su vida, de su forma de actuar y pensar.

Las personas que padecen celotipia suelen discutir con su pareja al intentar comprobar la infidelidad imaginada, pueden incurrir en acciones como coartar la libertad de movimiento de la otra persona, seguirla, agredirla o investigar al supuesto amante.

Su sintomatología debe durar por lo menos un mes para diagnosticarla como celotipia y, aunque suele ser un trastorno crónico, sobre todo en el tipo persecutorio, a menudo se producen oscilaciones en la intensidad de las creencias delirantes, por lo que su curso es variable.

Estrategias para poder controlar los celos o ayudar a los que los padecen.


Uno de los temas importantes por el que empezaremos a trabajar será la confianza en uno mismo. Debemos evitar los pensamientos negativos y sobre todo los que son destructivos, ya que este tipo de pensamientos lo único que hacen es alimentar los celos. Para poder trabajar este punto lo que haremos será que cada vez que surja un pensamiento de este tipo lo cambiaremos por otro que nos aporte seguridad y confianza. Como todo al principio no será fácil pero como somos animales de costumbres, llegará un momento en el que se sustituyan los negativos sin darnos cuenta. 

Esta sustitución debe ser realista y lo conseguiremos analizando los pensamientos destructivos o negativos, dándonos cuenta que son irracionales, que no se encuentran basados en nada tangible, que los produce nuestra imaginación y que lo único que estamos haciendo es herirnos a nosotros mismos y a los demás.

Como estas emociones son subjetivas deberíamos hablar con alguien de nuestra confianza y contarle lo que nos está pasando para poder tener otro punto de vista, pero eso sí, debemos tener claro que quizá nos digan algo que no nos guste, pero necesitamos tener la situación vista desde diferentes ángulos que nos ayuden a tener perspectivas nuevas del caso.